domingo, 26 de julio de 2015

El fútbol fue inventado por los guaraníes

Este artículo no buscará cambiar el mundo ni determinar que vivimos equivocados durante muchos años, pero si necesitará establecer normas que pueden llevar a la confirmación de porqué en estas latitudes surgen muy buenos jugadores de fútbol, los llamados de “buen pie”. Pero… ¿los guaraníes inventaron el fútbol?, de ser así… ¿Corrientes podría conocerse como una plaza originaria?.
Muchos juegos consistentes en patear un balón son populares en muchos países y a lo largo de la historia fueron surgiendo pruebas; para la FIFA, la forma más antigua del juego tiene evidencia científica alrededor de los siglos II A.C. en ciudades de China, incluso el juego romano Harpastum puede ser un ancestro distante del fútbol. Pero ahora existen documentales avalados por la Secretaría de Cultura de Paraguay que en el Siglo XVII ya jugaban a “un juego con una pelota que la llevaban con el pie”. Por eso lo sentimos tan nuestro, por eso siempre queremos desmentir a los ingleses y aquí tenemos pruebas.
El debate moderno comenzó en 2010 cuando en la voz oficial del Vaticano, el periódico L’Osservatore Romano publicó un reporte realizado por los jesuitas españoles que no se podía dejar pasar por alto y que trascendió fronteras, culturas, idiomas y todas las religiones (algo así como el fútbol mismo). Se trataba del origen de un juego que se llevaba a cabo con una bolita de arena húmeda en la cual se iban encimando capas de la pulpa de del árbol Mangaísi, parecido al caucho. Y para darles volumen a la pelota, las soplaban con una bombilla de bambú y así inflaban para que luego la pudieran trasladar con los pies.
Al juego lo llamaban “mangai”, justamente por el árbol que le daba esencia y resina. No se usaban arcos en este juego, pero si se pasaban la pelota y había intentos de control para que cada equipo pueda tenerla, con dos objetivos: que la pelota no se cayera (o quedara quieta sin dueño) y cansar al rival. Los guaraníes lo practicaban después de cada acto religioso en alguna plaza o lugar abierto y “ganaba el que no se agotaba”, contaban los colonizadores con crónicas que datan de los principios de 1700. Incluso, cada partida podía durar hasta que la propia luz se escondiera con el sol y la pelota no se encuentre más, en escenarios con mucho público y hasta con apuestas e hinchadas, analizan esos documentos históricos que ahora pueden cambiar el mundo del fútbol. El escritor jesuita José Cardiel habló en su libro Las Misiones del Paraguay (en 1771) sobre el juego “manga ñembosaraí”, como ser el nombre largo de “mangai”.
Esto certifica que el football (pie-balón) ya tenía esencia mucho antes que las Reglas en el Trinity College de Cambridge en 1848, comenzaran a darle forma al fútbol actual. Y ni hablar de esa noche histórica del 26 de Octubre de 1863 en la Taverna de Freemason situada en la Great Queen Street de Londres, creándose allí la Asociación de Fútbol (FA).
“Creemos que los ingleses pudieron haber robado la idea para crear el football después de ver a los guaraníes que fueron llevados a España por los jesuitas y que pudieron haber demostrado este juego popular ante la realeza”, dice Máximo Génez, concejal de la comunidad guaraní San Ignacio de Guazú, en Paraguay, reivindicando con entusiasmo que el deporte más importante del mundo tenga su origen por estas tierras. Incluso quiere que su pueblo sea reconocido como “cuna del fútbol”. Existen otros pueblos originarios en Latinoamérica que responden a los primeros indicios de algunos deportes actuales.
En México, Guatemala y El Salvador había un juego donde el objetivo era embocar un balón en un aro y se le pegaba con las rodillas, los codos o las caderas (ayudado con las manos). Inclusive hay manuscritos que confirman que estos pueblos originarios sacrificaban al perdedor. “Tu alma guaraní perdura en el suelo amado…”, cantan Los de Imaguaré y los correntinos se regocijan. Ahora, estas tierras tienen un dato más fuerte para creer en sus orígenes y sospechar que el fútbol puedo haber tenido su nacimiento en el mismo lugar donde está sentado leyendo este artículo. Piénselo…

domingo, 28 de junio de 2015

Don Eduardo Seferian, un marca registrada convertida en leyenda

Cuando en los objetivos, sueños o un simple anhelo se pone pasión y mucho trabajo siempre hay réditos gratificantes, incluso muchas veces más importantes que los resultados positivos que uno espera. Y así vivió sus 88 años, Eduardo Seferian, sobre todo desde sus jóvenes años cuando llego a Corrientes desde Rumania. Con padre de origen armenio y madre británica, fusionó esos genes y capitalizó en uno de sus amores más cuidados y protegidos: en 1952 fundó el Club Social y Deportivo Tipoití, que meses después pasaría a llamarse Deportivo Mandiyú por un reglamento de la Liga Correntina de Fútbol que no permitía nominar a clubes con nombres de empresas. Sin saber que abrían una historia sin fin, una fusión que excede el mito, Seferian y Mandiyú son leyendas.


“Mandiyú significa una forma de vida, donde importan sobremanera los valores morales y éticos”, simplificó el mismo Seferián cuando comenzó a caminar con este desafío deportivo.
Pero todo se desprendió de la gran firma industrial Tipoití S.A.T.I.C, una de las hilanderías más importantes de Sudamerica y que en sus mejores años contaba con más de 1200 empleados y producía más de 120.000 kilogramos de hilados por mes. Con esos números y la apuesta familiar, Eduardo comenzó a cumplir sus metas deportivas.
Llevó de la mano la pasión del fútbol (Deportivo Mandiyú fue su estampa) junto al golf (fue socio fundador del Golf Club Corrientes), confirmando la faceta más conocida de este descendiente de armenios y británicos que ideó procesos ganadores y tuvo participación activa con la fábrica y sus negocios: “Lo nuestro fue una escuela de vida, integramos obreros, empleados y directivos. Durante años, nuestras exigencias se constituyeron en un ejemplo y fuimos mirados por todos, especialmente por AFA. Siempre quisimos avanzar, cada año superarnos”, me dijo a mediados de 2013 en la última comunicación telefónica que tuve con Eduardo; ya daba pocas notas, incluso se destaca en internet una entrevista que le da a la televisión armenia en ese mismo año.
Sus últimos años los pasó en Buenos Aires (con escapadas cada vez más esporádicas a Punta del Este), incluso su última visita a su “Corientes” (siempre lo pronunció con una sola R, era su característica) fue en 2010 cuando por enésima vez promovió el Torneo Tipoití de Golf y él era (jugador) anfitrión en la entrega de  premios. Problemas en su cadera lo iban sumergiendo en su hogar y se mostraba muy poco.
Pero fue un hombre brillante. Estuvo siempre cerca de uno de sus sueños deportivos más importantes: poner a Deportivo Mandiyú en el fútbol grande.
Y lo hizo a fines de 1980. Pero caminó mucho y siempre “por derecha” con Mandiyú. Recuerdan sus amigos que nunca faltaba el respeto a nadie. “Es el único dirigente del fútbol argentino que nunca puteó”, recuerda su par Bogdán Popescu, médico y amigo en esta historia deportiva.“El Deportivo” logró 33 títulos en la Liga Correntina, forzó un equipo grande que trascendió la provincia y en 1974 se convierte en el primer equipo correntino en jugar el Torneo Nacional de AFA. Primer capítulo. En mayo de 1988 alcanzó el histórico ascenso a Primera División. Confió en sus pares para armar un grupo de directivos ejemplares y puso en escena a Juan Manuel Guerra confiando la dirección técnica en el “hombre de los ascensos”. Seferian pagaba sueldos adelantados el último día de cada mes. Recordado por sus finanzas siempre activas y en positivo. “Como capitán no iba a pelear los premios, iba a sentarme a hablar y tratar de ver cómo era Don Eduardo. Incluso la primera vez que vino Boca Juniors yo llevaba la voz de mis compañeros y me dice ‘eso es poco, los quiero motivados’ y me duplicó la cifra!. Siempre nos decía ‘yo si puedo y tengo les doy, sino no les prometo nunca’. Así era, simple, solidario y buena persona”, recuerda siempre Oscar Alfredo Urbina, uno de sus soldados en el ascenso y en los cuales recostó Seferian (y el Viejo Guerra) su confianza para mantener unido un plantel ganador.
Dirigentes del fútbol nacional elogiaron el camino de Deportivo Mandiyú, hasta que se resolvió constituir una Sociedad Anónima y comenzó la debacle, deportiva e institucional y que lo tuvo en el ostracismo por más de 15 años. Él ya no estaba y sufrió mucho esos cambios.
El profesionalismo marca épocas y muchos intentarán el camino en la dirigencia deportiva. Pero “Don Seferian” siempre será sinónimo de Mandiyú. Eduardo Seferian será recuerdo de innovación y liderazgo. Seferian será leyenda.

jueves, 19 de marzo de 2015

Existen preguntas incómodas en el deporte correntino

Todos nacemos con la característica de preguntar. Todos queremos saber mucho. Y en los vestuarios del deporte se remarcan los códigos como valores que se arrastran desde la esencia amateur. ¿Por qué entonces existen tantos roces y molestias cuando no se cuenta la verdad o sale a relucir alguna información indebida?
¿El periodismo deportivo tiene la culpa de todo? ¿O hay periodistas que ingresan a los vestuarios?. Referentes y capitanes de los distintos equipos profesionales (de fútbol y básquet) en Corrientes siempre tratan de apaciguar algunas rencillas producto de malos resultados, de celos inoportunos y hasta (hubo casos) de diferencias en los estilos de vida con su compañero de vestuario.
¿Qué sucede en la intimidad de un plantel cuando se publican cuestiones que sostenían a la privacidad? ¿Los dirigentes tienen que conocer esas intimidades? ¿Por qué no contestan positivamente cuando se pregunta por “el orden de la casa”?. En los últimos 20 años… ¿El básquet y el fútbol profesional llegaron para cambiar la forma de informar en Corrientes? ¿Por qué incomoda tanto a los dirigentes cuando se les pregunta sobre el presupuesto o el sueldo de los jugadores? ¿Por qué se llaman “códigos” a silencios que marcan el camino del “mejor no preguntes”?.
Ni Regatas, San Martín y Boca Unidos pudieron escapar a las temporadas de la “hipocresía y el puterío”. Las hubo. ¿Por qué no se asumieron roles? ¿Aprendieron dirigentes a cerrar vestuarios y “lavar la ropa” puertas adentro?.
¿Actuó bien la dirigencia de Boca Unidos en rescindir el contrato con el defensor Iván Díaz, involucrado en una denuncia por maltrato y violencia de género? ¿Por qué los medios nacionales resumieron una conferencia de fútbol en esa noticia? ¿Hasta qué punto la imagen del club se vio dañada? ¿Sucede esto justo cuando Boca Unidos apuesta a darle rodaje a las nuevas caras correntinas y de la región? ¿Los debates que se abrieron tendrán consecuencias en la temporada de fútbol?.
¿Y del valor de la palabra? ¿Hubo algún llamado político para tratar que José Sand no deje el plantel correntino? ¿Trullet lo tomó a mal que se haya ido el delantero bellavistense a una semana del debut? ¿Qué priorizó el jugador?.
Y las malditas lesiones … ¿Boca Unidos sufre de ausencias a comienzos de temporada? ¿A Guille Israilevich se le sumó Alexis Danelón en la cuenta de los infortunios que solo el tiempo terminará de acomodar? ¿Hasta qué punto el objetivo es llegar lo más lejos posible y pelear un ascenso cuando el recambio y la lectura comprende el momento de los chicos de la cantera, con poca experiencia? ¿Cómo saldrá Boca Unidos del duro golpe de haber quedado muy cerca del histórico paso a Primera División? ¿Trullet tiene crédito para “malas rachas”? En el básquet sucede lo mismo, aunque son plantillas un poco más cortas y las preguntas incomodan un poco menos. ¿Regatas y San Martín tienen los mismos presupuestos? ¿Si hay diferencias son netamente por la muñeca dirigencial o los años en la máxima categoría? ¿Qué se necesita para mantenerse muchos años en el mejor básquetbol argentino?. ¿Regatas reconoce que apostar a dos frentes complica agenda y aspiraciones concretas? ¿Tanto dilema genera tratar de imponer en los seguidores Liga Nacional o Liga de las Américas?
¿Se resume todo a las metas fijadas por dirigentes y cuerpo técnico?. ¿Y San Martín podrá capitalizar sus experiencias y este año profundizar raíces pensando en otra temporada en Liga Nacional? ¿Hasta donde mandan los sponsors para intentar mostrar un equipo competitivo que no deje secuelas en un año sin descensos? ¿Por qué en el básquet regional es muy difícil el trabajo a largo plazo?. ¿Es caro, barato, obsceno que el Gobierno correntino promueva el deporte de tanta envergadura?
¿Los años darán la razón al trabajo de base y el desarrollo social? ¿Crece Corrientes con el fútbol y el básquet? ¿Los 36.000 espectadores que sueña la dirigencia de Boca Unidos en su estadio terminado tendrán respuestas en el costo y el beneficio?.
¿Qué papel cumplen los medios en todo esto? ¿Vale la crítica constructiva siempre?. ¿Tenés las mismas inquietudes? ¿Algunas cuestiones más que no queda “lindo preguntar”? ¿Acaso me olvidé de algunas? ¿Tenés tiempo para varios cafés?...