miércoles, 12 de junio de 2013

Carlos “Veco” Villegas, el correntino que le dio una filosofía al rugby nacional

El 12 de junio de 1988 cuando viajaba a Posadas para dirigir y un elenco nacional, su avión cayó y lo convirtió en leyenda. Jugó y dirigió al SIC en su etapa los gloriosos ’60 y ’70. Fue coach de Los Pumas en test match que marcaron época. En Corrientes, pocos lo valoran.

El único correntino en dirigir un seleccionado nacional. Con 29 años, el head coach de Los Pumas más joven de la historia. Jugó y dirigió a Liceo Militar siendo hombre clave de su ascenso en 1969. Entrenó al plantel superior del SIC en las décadas de los ’70 y ’80, época de mayor brillo en la historia del club sanisidrense. Dictó cursos por todo el país y fue recomendado a nivel mundial disertando entre los máximos referentes del rugby internacional. Pensó una filosofía que sigue marcando el camino del rugby y sus principios.
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Este currículum envidiable pertenece al correntino Carlos Adolfo Villegas, conocido por todos como “Veco”. El 12 de junio de 1988, cuando viaja hacia Posadas para dirigir un representativo de Provincias Argentinas (que iba a jugar un match ante Francia), su avión cayó y su vida pasó a ser “Por siempre su filosofía”, artículo que lo llevó a quedar marcado a fuego con los principios del rugby y que hoy muchos entrenadores y formadores lo sostienen como base de este deporte.
Nacido el 9 de febrero de 1945 en Corrientes, fue el mayor de cuatro hermanos y cursó sus estudios (primarios y secundarios) en Corrientes y Salta. Se recibió de bachiller en el Liceo Militar y luego de Ingeniero Industrial en la Universidad Nacional de Buenos Aires, profesión que lo acompañó siempre junto al rugby.
En los años 1960, la historia del rugby nacional buscaba sus primeras proezas. Liceo Militar no escapaba a esa necesidad de comenzar un camino en “este deporte de la ovalada” y el destino lo topó en el camino de Francisco “Catamarca” Ocampo, quien reclutaba jugadores para jugar al rugby representando al liceo y fue el mentor y maestro del “Veco”, marcando sus inicios en este deporte “por su físico y actitud”.
El correntino jugaba al fútbol, y como estaba prohibido en el Liceo, optó por el disco y la jabalina. Con 12 años, Ocampo descubrió sus facetas y no dudo en forjar su vida en el deporte de la “quinda”
En Liceo y SIC, Villegas jugó en todos los puestos del pack de forwards. Era completo, atlético, pero desde un primer momento supo que su razón en el rugby se mostraba desde la enseñanza, el legado máximo que lo llevaría a Liceo Militar a lograr el ascenso a la primera categoría en 1967 (con 22 años), después estuvo durante 18 años al frente de los equipos del San Isidro Club (siendo hasta hoy el entrenador campeón más joven en la historia del “zanjero”), logrando 13 título en los torneos de la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA), además de cinco subcampeonatos y un tercer puesto.
Por su forma de ver el juego y sus logros obtenidos, fue convocado para dirigir a Los Pumas formando dupla con su amigo personal Emilio Perasso. Lo hicieron durante tres años (1974-1977) y allí lograron resultados importantes para el seleccionado nacional de rugby.
En una gira por las islas británicas perdieron ajustadamente con Gales (que venía de ser el campeón del Cinco Naciones). Fue 19-20 la derrota consumada en el último minutos con un penal del apertura galés. Año más tarde, igualaron en 18 con Francia en un test match jugado en Buenos Aires.
Era un maestro del rugby. En 1980, “Veco” se convirtió en el único disertante de habla hispana en el Congreso Mundial del Centenario del Rugby celebrado en Cardiff. Allí estuvo tres semanas enseñando sobre este deporte, técnicas de las formaciones y una filosofía que fue acunada por muchos entrenadores de grandes potencias.
Su muerte significó una pérdida muy grande para el rugby argentino. En ese avión lo acompañaba su mujer María; sus cuatro hijos luego fueron adoptados por Carlos Contepomi (padre de Felipe y Manuel, el Bebe).
Dejó legados como jugador, como entrenador y maestro. Un correntino que dejó su ciudad natal para ser parte de todo un deporte nacional que hoy lo recuerda de la mejor manera y no olvida su paso. Una leyenda.

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