El básquet y el rugby, en familia

Habrá que imaginar una sobremesa en la casa de la familia Berardi. Es que padre e hijo comparten el gusto del básquet y lograron un hecho poco común en la historia del ámbito local: esta temporada coincidieron en el plantel de primera de El Tala, club histórico de Corrientes y bien de familia.

Y a esta historia que comparte nombre se le suma el primer eslabón, porque a la actualidad de los Enzo Abel, padre (46 años) e hijo (18) defendiendo las camisetas “8” y “14” en torneos capitalinos, se le suma la vieja ilusión y las noches de básquetbol de “Abuelo Enzo” (el original Enzo Abel, de 75), presidente hace ocho años de la institución enclavaba en pleno barrio La Rosada, en la capital correntina.
Les dejo la nota Una historia que comparte nombre, ilusiones y las noches de básquet publicada en el Diario Epoca, bajo el título.
En esta producción, propuse que seguir descubriendo a los Berardi es confirmarla como una familia ligada al deporte correntino y está integrada por amantes del básquet y el voley. Y que no todo queda en las noches con la “naranja” de Enzo Abel (por duplicado, padre e hijo), porque las mujeres también tienen sus momentos en el deporte federado. Patricia Goicoechea (esposa de Enzo) mostró el camino para ser parte del voley local.
Así llegó a jugar con Luciana (su hija mayor) en el equipo de la primera división del San Martín de Corrientes. Incluso, jugaron algunos torneos junto a la más chica: Lorena.
Ahora, Luciana y Lorena ocupan posiciones en el representativos “rojinegro” dirigido por Irma “Punchi” Morel y que esta temporada sumó trofeos den competencias regionales.
El gen femenino tampoco quedó atrás.
Pero es una historia que se repite varios años después en otra disciplina. El artículo "Santo" padre publiqué en mayo de 2007 y reflejaba la historia de un padre y un hijo que dejaban la marca en el rugby nacional.

Jorge y Matías Ramírez fueron protagonistas de una situación parecida en la temporada 2007, logrando el título del Apertura de URNE con San Patricio y con ellos jugando desde el arranque.
Padre e hijo dejaron marcas en el rugby nacional y en una producción de “época”, coincidían en ese momento: “Es algo increíble que pocos se pueden imaginar”, coinciden.
En la actualidad, Matías (24 años) forma parte del plantel superior del equipo “santo”, mientras que Jorge (42) suma minutos en Intermedia y como lo afirma “le da una mano”.
Y la familia se agranda, Nicolás ya jugó en el M-19 de San Patricio y en el rugby infantil quizás aparezca Ramiro (8 años, nieto de Jorge). De lujo.