La historia imposible parece completar un capítulo de vida y encara en esta previa de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, una de las páginas más increíbles del deporte mundial. El sudafricano Oscar Pistorius nació sin peronés, sus delgados huesos que buscaban un crecimiento normal provocaron los problemas en sus piernas y que a temprana edad le fueron amputadas.
Pero con 24 años, abrió las puertas de la igualdad y se prepara para forma parte del Mundial de Daegu 2011 y los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Desde pequeño soñó con este presente. El apoyo familiar llevó a su madre a recoger los conocimientos de una quincena de cirujanos internacionales y con el mensaje escrito por Oscar movió “cielo y tierra”. El sueño anotado decía: "Un perdedor es el que se sienta y mira cómo corren los demás".
A los 6 años ya tenía sus prótesis, sus "piernas para siempre” y aquel que “dejó el rugby por una lesión”, la palabra “discapacitado” ya no tenía lugar en su vida.
Pero este atleta de la vida soportó peleas fuera de las pistas y su lucha alcanzó con una nueva marca, simplemente su gloria deportiva. "Necesitaba un tiempo de 45.25 y corrí en 45.07 segundos", dijo al cerrar recientemente su mejor marca en los 400 metros en la cita de atletismo de Lignano (Italia). Y agregó: "No puedo dormir, estoy tan feliz. ¡Tengo una sonrisa de tonto permanente!".
Esta marca está por debajo del registro clasificatorio de 45 segundos y 25 centésimas, lo que significa que este corredor de 24 años (nació el 22 de noviembre de 1986) y cuatro veces medalla de oro en unos Juegos Paraolímpicos, será en el primer amputado que correrá un Mundial de Atletismo (en Daegu 2011, Corea del Sur) y visualiza su “primera vez” en los Juegos Olímpicos convencionales (la cita será en Londres 2012).
Su lucha por la igualdad tuvo un momento vital con 17 años y solo 8 meses de competencia internacional. En Atenas 2004, el corredor paralímpico alcanzaba las marcas mundiales en los 100, 200 y 400 metros lisos para atletas que han sufrido una doble amputación y las imágenes de esas prótesis transtibiales construidas en fibra de carbono hacían vibrar al mundo.
Fue en 2007 cuando la IAAF (Federación Internacional de Atletismo) cambió las reglas de competición y prohibió “el uso de cualquier dispositivo técnico que incorpore resortes, ruedas o cualquier otro elemento que proporcione a quien lo usa una ventaja sobre otros atletas que no usen tal dispositivo".
Pistorius sabía que esta modificación ponía escollo en su carrera de la vida y su crecimiento continuo quedaba afectado. Un grupo de científicos determinó que el sudafricano gozaba de ventajas considerables sobre los atletas que no usan prótesis y eso lo dejó afuera de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
Apeló y siguió soñando con este presente. Tras años de lucha, el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD) autorizó a competir en China pero el sudafricano no consiguió la maldita marca mínima.
Fue por la revancha y no dejó nunca de soñar con Londres 2012.
El médico Antonio Dal Monte, el mismo experto en biomecánica que puso a tono a Diego Maradona antes del Mundial 1986, dijo que con el “irreal” Pistorius: “los rivales deberían negarse a correr contra él. Esta decisión del TAS abre una nueva y dramática problemática. Pero el Tribunal se ha visto conmovido por los aspectos humanos, que conmueven a todos. No utiliza piernas ortopédicas normales, sino que apela a una fibra de carbono que le da movimientos biónicos y tiene reacciones mecánicas como las de un animal prehistórico, es como un velociraptor".
Y lo asimila con mucho carácter: "Hay que tratar la discapacidad con sentido del humor. Si empiezas algo y no sale bien. He tenido fortuna al participar en Paralimpíadas, pero ahora quiero correr 400 metros y me da igual contra quien. Los Juegos serían un hito en mi carrera".
La propia IAAF ya le dio su bienvenida a través de su titular, el senegalés Lamine Diack: "Oscar será bienvenido. Es un hombre admirable y esperamos asombrarnos con sus éxitos en el futuro".
Londres 2012 pasará a la historia con Oscar Pistorius. El atleta que siempre creyó en la igualdad, que peleó con sus adversidades y encontró su marca desafiando al propio Tribunal de Justicia Deportiva. Se hizo justicia y con su historia (y marca mímima), Pistorius le dio mucha más valor a la vida.
Decirla es muy fácil, hasta redundante a la hora de graficar un momento fuerte. Pero sentirla a más de 200 kilómetros por hora en el autódromo “Santiago Yaco Guarnieri” también tiene su poder y efecto.
